Los
demonios de la vida
En
ocasiones mi ser sufre, es una carga tan pesada todo esto de vivir, de la
creencia de no tener dinero, de la frustración por no poder comprar lo que quieres,
de la creencia de carencia, por creer que no eres escuchada ni amada, y no lo soporto me da por llorar y querer encerrarme
del mundo y no salir más. Mi condición y mi personalidad de Guerrera no me lo
permiten, y en la penumbra de mi habitación pido un Momento Santo, es ahí donde
puedo abandonarme a la confianza que tengo por la vida. Huir a mi lugar sagrado
que he formado con libros, música, piedras y otras cosas que me hacen sentir bien
y me rescatan del exilio de la tranquilidad.
Ayer
en un momento de soledad, el alma me decía a gritos que tal soledad no existe;
en la soledad pidiendo expiación a grito sordo del alma, mi conciencia decía la
soledad es falsa, no existe tal es solo una separación de ti misma; mi mente
gritaba “te encuentras totalmente sola” “todo
el mundo te abandona”.
Una
amiga terapeuta me decía que en el desarrollo de nuestra vida si o si
desarrollamos las 5 heridas que nos hacen tener estos momentos de noche
obscura, y aunque lleguemos al punto de conocerlas y saber por qué salen a la
luz en ciertas situaciones, no hay forma de borrarlas de la amígdala. Lo
rescatable de esto es que ahora sabemos cómo abrazar esa sombra-herida, me decía.
Hoy después
de algunas lecturas de luz que han llegado a mis manos, me doy cuenta que no es
así, que SI existe la forma de
sanarte sin volver a tocar ese punto, la herida solo es el punto de partida, es
el trampolín ya es momento de ir desarrollando una conciencia vibrando en un
punto mas alto, es momento de vivir una conciencia cuántica y dejar la dualidad.
Y me pregunto por qué si lo comprendo no alcanzo ese momento en el que no
sienta dolor, sigo viviendo ese dolor por la soledad. Sigo en la dualidad.
¿Es de verdad que sufrir es un deporte
nacional, tenemos adicción por el sufrimiento?
Erinc
Corbera dice que solo se trata de pedir un momento Santo, se trata de dejarlo en manos de Dios,
dejar de ponerle nombre (juzgar) las situaciones que vives soltar, vivir a
través de amor y no del ego.
Clarisa
Pinkola nos habla de rescatar a la mujer salvaje, después de encontramos solas
en el bosque podemos encontrar esa luz en nuestra psique que nos de la fuerza
para seguir.
Hoy hacia el anochecer
me adentré un poco con la niña
ciega
en el bosque donde todo es
sombra y oscuridad.
La acompañé hacia una sombra
que venía a nuestro encuentro.
Le acarició las mejillas
con sus dedos de terciopelo
y ahora a ella también
le gustan las sombras.
Y el miedo que tenía se ha ido.
Y es verdad que nada es verdad,
todo es relativo. Cada uno adecuara lo que lee a su propia conciencia, aquello
que viene desde sus registros más profundos de vida. Lo que nos toca es trabajar
nuestra Conciencia.
¿Y cómo lo hacemos?
- Agradece los detalles más pequeños de tu vida.
- Cuida de ti. Cuida de alguien más. Si dedicamos nuestras vidas, por ejemplo, a mejorar el bienestar de todas las personas con las que entramos en contacto, nuestras vidas nunca pierden significado (Dr. David Howings, La fuerza del Poder, 87)
- Se compasiva contigo.
- Abraza tu ego.
- Vive a través del amor.
Ten presente que nada es real,
todo lo que vives es un reflejo de lo que vives en tu interior así que
cualquier situación que quieras transformar lo harás desde tu interior.
Es cierto que en este camino me
seguiré encontrando con noches obscuras en el bosque, me seguiré encontrando
con la soledad que mi mente esta encaprichada en tener, hoy sé que esa soledad,
en mi caso, es el trampolín que me lleva en la búsqueda de un salto de
conciencia, es mi mente Cuántica la que grita salir, y mi mente dual solo
conoce una forma de hacerlo.
Quizá en este nivel vibratorio
mi sombra seguirá atada a mí, hoy decido abrazarla y crecer a través de ella.
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